sábado, 19 de septiembre de 2015

Yo no iba a hablar de amor - nunca iba a hablar de amor. No iba a hablar sino de desesperación, de entrega absoluta, suplicante. Pero no; resulta que el amor está en las pequeñas cosas: en la desfonologización de la cantidad vocálica y fonologización del timbre vocálico. En los vascos, en los alemanes, en sus pies que se lastiman, en los desayunos preparcial.