lunes, 13 de junio de 2011

La procesión va por dentro

Sigo siendo lo que era. Sé lo que soy, sé qué lugar ocupo, sé que soy el aire en tu garganta, todo lo que de repente te deja respirar, pero también soy el nudo y el temor, soy el peso que hace que agaches la cabeza cada vez que la mirás, soy el miedo a que se entere, soy tu sonrisa, soy tu secreto.

Pero no hay reproches, sólo miradas. No hay constancias, no hay decisiones, tampoco planes (siempre es complicado), soy la mejor mentira pero cuando te miento, cuando lo notás, después de todo, quién puede enojarse conmigo? Si sabés que vengo con mi mirada, sabés que te miro y que puedo sonreír y hago pájaros con pétalos rojos y te evito todo el día porque soy la peor traición. Y te mando letras y te escribo frases y las dejo escondidas porque sé que las vas a encontrar. Y nunca te cuento porque me da culpa, porque sé lo que hice, porque no me vas a perdonar. Pero me sonreís porque no podés enojarte, y no podés evitarme y no podés decirme que no. Incluso te pregunto, para mostrar que no me importa, y no sabés qué responder, me mirás, absorta, sin palabras. Y yo nunca me ofendo, yo nunca me enojo, nunca indago, no me quejo, no cuestiono, no te hago notar que te estás contradiciendo. Te hablo con ironía y te muestro, lo dudás, te enseño, no podés creer, confirmo, pensás que miento: te miento.


12/12/2009

4 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

que ti (?)



... nowhere to find!

Anónimo dijo...

por acá se va a lanús?

Alter Ego dijo...

wrong way.