martes, 24 de septiembre de 2013

Los no-negociables, hoy no

El horror de haber oído dos veces exactamente la misma expresión. La palabra imperdonable, el sentimiento de culpa, la complicidad de la que nunca formé parte. No hay matices dentro de lo que siento y no hay excusas para lo que (no) pasó. La pequeña palabra pronunciada, las palabras no son polvo (ojalá lo fueran, Ella ya lo dijo). Pero entiendo las distintas acepciones de 'poder', racionalmente. Dentro mío, todo gira hacia lo negro.



Por favor. No me desconectes la mente tratando de enderezarme. Escucha y comprende, y cuando sientas desprecio no lo expreses, al menos no verbalmente, al menos no a mí. - Sarah Kane.