Escucho la puerta del ascensor y estoy triste, estoy triste. Se me ocurren tantas maneras de llegar a mí. Me acuerdo de ese miércoles. Te esperé y nunca llegaste. Te esperé y era septiembre. Tres meses, pensé. Te esperé, como siempre. Era tan fácil llegar a mí.
No tenés que ser siempre tan poeta, no hace falta que siempre estés tan seria.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario