martes, 20 de enero de 2015

Escucho la puerta del ascensor y estoy triste, estoy triste. Se me ocurren tantas maneras de llegar a mí. Me acuerdo de ese miércoles. Te esperé y nunca llegaste. Te esperé y era septiembre. Tres meses, pensé. Te esperé, como siempre. Era tan fácil llegar a mí.


No tenés que ser siempre tan poeta, no hace falta que siempre estés tan seria.

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