Hay momentos en los que es menester sacrificar lo que se necesita para obtener lo que se quiere (y eso es terrible).
martes, 5 de marzo de 2013
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Por amor al silencio se dicen miserables palabras. Un decir forzoso, forzado, un decir sin salida posible, por amor al silencio, por amor al lenguaje de los cuerpos. Yo hablaba. En mí el lenguaje es siempre un pretexto para el silencio. Es mi manera de expresar mi fatiga inexpresable.
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