Todos me castigamos de una manera distinta. Ella (la mujer fundamental) me abandonó, vos me quitás el voto de confianza, y yo me quito la comida.
sábado, 16 de marzo de 2013
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Por amor al silencio se dicen miserables palabras. Un decir forzoso, forzado, un decir sin salida posible, por amor al silencio, por amor al lenguaje de los cuerpos. Yo hablaba. En mí el lenguaje es siempre un pretexto para el silencio. Es mi manera de expresar mi fatiga inexpresable.
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